El sistema de filtración de una piscina es fundamental para mantener el agua libre de impurezas. Sin embargo, la filtración no lo es todo. Para que la calidad del agua se mantenga en niveles óptimos y saludables, es necesario que algunos parámetros del agua se encuentren dentro del rango adecuado: Alcalinidad, Dureza, Acido isocianurico, Cloro residual libre, Cloro total, Cloro combinado, pH, etc.
Por lo tanto, un procedimiento físico y químico determinado será lo ideal para que el agua de la piscina se encuentre en unas condiciones óptimas para el baño.
Si el agua se controla adecuadamente, el mantenimiento de una piscina no debe de resultar desesperante; a menudo se da esta situación cuando comienza la temporada estival ya que el deterioro del agua se convierte en una fuente de problemas para los propietarios.